Málaga, más de 3.000 años de Historia

Málaga es una de las ciudades más antiguas de Europa, concretamente, cuenta con más de 3.000 años de historia que han completado a esta ciudad de gran influencia debido a su situación geográfica.

Aunque gran parte de su patrimonio histórico se ha ido perdiendo con el paso de los siglos, la ciudad aún muestra vestigios de sus diferentes etapas como parte del Imperio Romano, la dominación musulmana o la reconquista católica.

MÁLAGA EN SUS INICIOS

Málaga y su provincia han estado pobladas desde la prehistoria, pero es realmente con la llegada de los fenicios y su asentamiento en la desembocadura del río Guadalhorce cuando se funda la colonia Malaka como origen de la ciudad. La zona contaba con una situación excepcional para el asentamiento: puerto natural al pie del Monte de Gibralfaro y una gran cantidad de yacimientos de plata y cobre.

Si bien hay constancia de presencia de colonias fenicias, cartaginenses e íberos en la provincia de Málaga, es a finales del siglo III antes de Cristo cuando los romanos logran dominar la zona y Málaga pasa a formar parte de la Hispania Ulterior. Así, Málaga empieza a contar con nuevas vías de comunicación y nuevos estatutos jurídicos, como la Lex Flavia Malacitana del siglo I.

Procedentes de esta época, en Málaga podemos observar restos del Teatro Romano, uno de los monumentos principales de la ciudad, o las piletas del garum (ambos en calle Alcazabilla).

Alcazaba de Málaga

DEL BAJO IMPERIO A LA CONQUISTA MUSULMANA

A lo largo de los siglos III y IV después de Cristo, Málaga vivió una profunda transformación y se acabó extendiendo con fuerza el cristianismo. Tras la caída del Imperio Romano y el posterior dominio de Bizancio, la ciudad pasó a manos del imperio islámico, comenzando así con Tarig Ibn Ziyad ocho siglos de historia de Málaga como parte del mundo islámico.

Así, Málaga vivió una importante transformación tanto en su sociedad como en su estructura, con calles más estrechas, viviendas sin fachadas orientadas al interior y la característica agricultura urbana. A esta época pertenece también uno de los monumentos más importantes de la ciudad, la Alcazaba, y la muralla que rodeaba la urbe (hoy prácticamente desaparecida).

En el siglo XIII, en Málaga vivían unas 15.000 personas, la mayoría bajo la ortodoxia religiosa musulmana y una minoría judaica, mientras que la presencia cristiana se reducía a los apresados que trabajaban en las atarazanas.

En esta época, el puerto de Málaga también va tomando su importancia al ser la salida del comercio exterior del Reino de Granada.

Puerto de Málaga

LA RECONQUISTA y EL AUGE DEL CRISTIANISMO

Después de ocho siglos de cultura musulmana, la ciudad es conquistada por los Reyes Católicos el 18 de agosto de 1487 en uno de los episodios más sangrientos de la Reconquista de Isabel y Fernando.

Málaga vuelve a protagonizar cambios importantes en su trazado urbano, creándose la denominada «plaza de las cuatro calles» (hoy en día, la Plaza de la Constitución). También se crea la calle Nueva que enlaza la plaza de la Constitución con la calle Puerta del Mar.

La población malagueña de los siglos XVI y XVII se reduce por la expulsión de los moriscos del Reino de Granada, las diferentes epidemias o las inundaciones provocadas por el río Guadalmedina. Sin embargo, el puerto de Málaga se convierte en el motor de la ciudad, la cual se transforma en un importante núcleo mercantil con la exportación de vinos, pasas y seda.

En este período, la Iglesia malagueña completa casi al completo su red de parroquias, por lo que la nueva religiosidad popular acaba creciendo con la creación de varias cofradías y hermandades de Pasión como semilla de la conocida Semana Santa malagueña.

Además, la población malagueña comienza a crecer en barrios de extramuros como la Trinidad, el Perche, la Victoria o Capuchinos, hoy en día, algunos de los barrios más tradicionales de la ciudad.

En esta época, surge también el paseo de la Alameda (hoy, Alameda Principal) y se construye la emblemática Catedral de Málaga, que pasa por varias fases de construcción desde 1525 al siglo XVIII, aunque la obra nunca llegó a terminarse por falta de fondos.  Quedaron sin construir una torre -de ahí su mote de «La Manquita«-, el tejado, la sacristía mayor, la espadaña central, la ornamentación escultórica, etc.

Catedral de Málaga

DEL SIGLO XIX A LA ACTUALIDAD

El comienzo del siglo XIX estuvo marcado por varios capítulos negativos para la ciudad como las secuelas de la guerra contra Gran Bretaña, una mortífera epidemia de fiebre amarilla o la Guerra de la Independencia.

El reinado de Fernando VII no mejoró la situación, simándose también los terribles efectos de la independencia de Hispanoamérica. Posteriormente, la ciudad vivió capítulos muy crueles de la represión absolutista, como el fusilamiento del general Torrijos y sus compañeros (la actual de la Plaza de la Merced cuenta con obelisco en homenaje al general).

Posteriormente, la ciudad comienza a reactivarse económicamente con nuevas industrias del hierro, el crecimiento de la industria textil o el influjo de grandes familias como Larios, Lorin, Huelin o Gross.

Tras el pronunciamiento militar de 1868 que acaba con el reinado de Isabel II, le sigue un periodo radical entre las clases populares con actitudes levantiscas.

Sin embargo, a finales del siglo XIX, se produce el declive de la siderurgia, el comercio y la agricultura, por lo que Málaga comienza a reinventarse y abre sus puertas a la industria turística por su privilegiada situación y clima.

Ya en el siglo XX, la conflictividad social alcanza su madurez, con varios levantamientos y la posterior situación de inestabilidad durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). En esta época, surgen diferentes obras públicas como la creación de nuevos barrios, el Pantano del Chorro u otros planes urbanos.

Al igual que el resto del país, Málaga vive unos años muy complicados durante la Guerra Civil (1936-1939). Posteriormente, en plena dictadura franquista, Málaga reafirma sus dos principales bazas económicas: la industria turística con la creación de la marca Costa del Sol y la agricultura. Esta etapa viene marcada por un crecimiento desornado de la ciudad, que busca captar turistas y capitales extranjeros.

Y así hasta llegar al día de hoy, en el que Málaga se confirma como una de las ciudades más importantes de España. Málaga es la capital de una provincia del mismo nombre que cuenta con más de un millón de habitantes, 103 municipios y 9 comarcas.

FUENTE | Málaga Turismo